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Insulina Icodec administrada una vez por semana en la diabetes mellitus: una revisión sistemática y un metaanálisis de ensayos clínicos aleatorizados (programa clínico ONWARDS)


"El descubrimiento de la insulina representa uno de los acontecimientos científicos más valiosos del siglo XX, ya que contribuyó significativamente a la comprensión de la fisiopatología de la diabetes mellitus y tuvo repercusiones relevantes desde el punto de vista terapéutico.

Tras la primera identificación de los islotes pancreáticos por Paul Langerhans en 1869, pasaron más de 50 años hasta que Sir Frederick Banting y Charles Best aislaron por primera vez la insulina bajo la dirección de John James Richard MacLeod en la Universidad de Toronto (1921)

Leonard Thompson fue el primer paciente con diabetes tipo 1 (DT1) en recibir la primera dosis de insulina para controlar los niveles de glucosa, lo que marcó un acontecimiento de suma importancia que cambiaría drásticamente el pronóstico de los futuros pacientes con diabetes insulinopénica. El descubrimiento de Banting y MacLeod fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1923.

Las décadas posteriores se caracterizaron por el ferviente desarrollo de la industria farmacéutica y las biotecnologías con el objetivo de (1) expandir la producción y distribución de insulina en todo el mundo, dada la creciente demanda de la hormona en América del Norte y Europa; (2) mejorar la seguridad y tolerabilidad de la insulina; y (3) desarrollar nuevos análogos de insulina con una vida media larga para superar la necesidad de múltiples administraciones de insulina de acción corta.

Frederick Sanger en 1958 y Dorothy Hodgkin en 1969 aislaron la secuencia primaria y la estructura cuaternaria de la insulina humana, respectivamente, abriendo la puerta al desarrollo futuro de un análogo de insulina sintético y completamente humanizado, que tuvo lugar en 1978 por David Goeddel con tecnología de ADN recombinante (y amplificación en Escherichia coli .

En los últimos 45 años, hemos observado un progreso significativo en los campos de la Diabetología, la Biotecnología y la Farmacología tras el desarrollo y la aprobación de varios análogos de insulina con duración de acción rápida, ultrarrápida y ultralenta y plumas precargadas que simplificaron significativamente el manejo de los regímenes de insulina, especialmente para pacientes tratados con inyecciones diarias múltiples (MDI). 

Al mismo tiempo, observamos una creciente contribución de la tecnología con glucómetros, bombas de insulina, sensores de glucosa, calculadoras de bolo y sistemas integrados, que permiten una administración de insulina cada vez más cómoda y personalizada y un mejor control de la glucosa.

Una investigación reciente se centró en el desarrollo de agentes modernos con diferentes vías de administración (por ejemplo, oral, transdérmica o inhalatoria), vida media extremadamente larga (es decir, insulinas una vez por semana) y análogos conjugados con sensores de glucosa y transportados por plataformas específicas (insulinas inteligentes), que pueden actuar de manera dependiente de la glucosa.

En la actualidad, la prevalencia de diabetes ronda el 10% de la población adulta mundial, y se estima que 635 millones de personas tendrán diabetes establecida para 2030 y 783 millones (+46%) para 2045. La diabetes tipo 2 (DT2) es la causa más común de diabetes y representa el 90% de todos los casos, mientras que la DT1 es menos común (8-10%). 
Las tendencias en las prescripciones de insulina en la diabetes indican un aumento relevante en el número de usuarios de insulina entre los pacientes con DT2, con alrededor del 17,4% y el 52% de ellos, respectivamente, en regímenes basales únicamente y basal-bolo

A pesar de los nuevos agentes actualmente disponibles para la DT2, se espera que el porcentaje de pacientes candidatos al tratamiento con insulina aumente en las próximas décadas debido a la extensión de la esperanza de vida y al aumento absoluto en el número de pacientes que viven con DT2. Como otro problema, solo 1 de cada 4 usuarios de insulina con diabetes tipo 2 alcanzan sus objetivos de glucosa, lo que hace obligatorios los ajustes frecuentes de la terapia, incluido un cambio a otros análogos basales, para mejorar el control de la glucosa

La falta de adherencia a los regímenes de insulina, especialmente para pacientes con MDI, con la frecuencia subóptima de controles de glucosa y la inercia terapéutica de la titulación rápida de insulina, representan las causas más comunes de falla de la insulina. Superar estas barreras puede resultar en un mejor manejo de la glucosa en pacientes con diabetes."